Dos series muy similares del Chushingura fueron diseñadas por Kunisada entre 1847 y 1850. En ellas, se muestra claramente la capacidad de Kunisada para representar paisajes: las escenas de la historia de los 47 Ronin aparecen enmarcadas en bonitos escenarios naturales.

En este grabado se muestra el acto 11 (segundo episodio) de la serie del Kanadehon Chushingura. La venganza de los ronin ha llegado a su conclusión y como la ley claramente prescribe también su muerte. Los ronin saben que sus vidas están a punto de llegar a su fin. En el grabado aparecen los 46 samurais leales colocando la cabeza del enemigo de su daimio frente a su lápida en el templo de Sengakuji. Todo lo que resta es que se rindan a las autoridades. Kunisada ilustra esta escena como si estuviera en un escenario, aislando la finalidad silenciosa y sombría del evento con un marco de nieve.