A principios del siglo XVIII el sumo se convirtió en un deporte de profesionales muy popular. Los luchadores accedieron al rango de samuráis. Esta era de esplendor del sumo llevó aparejada la creación de un nuevo género de estampas ukiyo-e, denominadas sumo-e. En ellas se representaban retratos de cuerpo entero de luchadores de sumo, con ropa de calle o en pleno combate, así como estadios en los que se celebraba la lucha de sumos. Al mimo tiempo en el teatro de Kabuki aparecieron sumos como personajes dentro de la obras.

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